En un accidente, viajando con la silla de auto de espaldas a la marcha reduces el impacto en la cabeza y cuello del bebé. Por eso, es más seguro mantener la posición de la silla orientada de espaldas a la marcha.

La cabeza del bebé es proporcionalmente mucho más grande que el resto de su cuerpo. Los huesos y músculos del cuello aún no se han desarrollado lo suficiente para mantener firme la cabeza.

Si un bebé viaja en una silla de seguridad de cara a la marcha y hay una colisión frontal, la cabeza puede ser desplazada hacia adelante. Esto supone una gran tensión en la cabeza y cuello, que puede causar lesiones graves.

Una silla de seguridad de espaldas a la marcha protege la cabeza y el cuello de un niño mediante la distribución de las fuerzas resultantes del impacto en toda la espalda.

i-Size significa que los bebés y los niños pequeños deben viajar en sillas de auto de espaldas a la marcha hasta que tengan, al menos, 15 meses.

La introducción de la normativa i-Size (R129) para sillas de auto infantil en Julio de 2013 significa que los bebés y niños pequeños deben viajar en asientos de seguridad orientados de espaldas a la marcha, hasta que tengan al menos 15 meses de edad. En ese momento, sus huesos y músculos están más desarrollados, aunque, en realidad es más seguro para los niños que viajen en un asiento de seguridad mirando hacia atrás hasta que tengan 4 años de edad.